Islam es someterse a Dios, a Su Unicidad (Monoteísmo), ser Su sirviente en obediencia, y no asociarle copartícipes, rivales ni intermediarios en la creación. El Islam es una religión de tolerancia y facilidad.

Reglas y etiqueta de Mezquita


Las mezquitas, de acuerdo a las prácticas islámicas, establecen un número de reglas cuya finalidad es centrar la atención de los musulmanes en la adoración de Alá. Algunas reglas, como la prohibición de utilizar zapatos en las salas de oración, son universales, pero hay muchas otras que varían dependiendo de la mezquita.



El líder del rezo

El nombramiento de un líder de rezo se considera conveniente, aunque no siempre es obligatorio. El líder permanente del rezo debe ser un hombre honesto y libre, que ha aprendido el Corán de memoria y es una autoridad en materia religiosa. En las mezquitas construidas y mantenidas por el gobierno, el gobernante designa al líder del rezo; en las privadas, sin embargo, se elige mediante una votación entre los miembros de la congregación.
La dirección en el rezo cae en tres categorías, dependiendo del tipo: las cinco oraciones diarias, el rezo del viernes, o los opcionales.[50] Según las escuelas de la jurisprudencia islámica ḥanafī y malikī, el nombramiento de un líder para los servicios de los viernes es obligatorio porque, de lo contrario, la oración no tendría validez.
Todas las autoridades musulmanas están de acuerdo en cuanto a que la función de líder del rezo no puede ser desempeñada por una mujer.[50]Recientemente, esta norma se aplica con menos rigor en algunos lugares, donde se permite a las mujeres dirigir las oraciones de congregaciones exclusivamente femeninas.[]Ha habido algunas mujeres, entre ellas Amina Wadud, que desafiaron la regla y optaron por conducir rezos y oraciones de viernes en congregaciones mixtas.

Limpieza
Las personas deben quitarse sus zapatos cuando entran a un salón de oración. Todas las mezquitas tienen reglas con respecto a limpieza, pues es una parte esencial de la experiencia de los fieles. Se requiere que antes de la oración los musulmanes se purifiquen, siguiendo un proceso de ablución. Además, existen ciertas reglas que se aplican incluso a aquellos que entran en las salas de oración sin intención de participar en el culto. Está prohibido llevar zapatos dentro de la sala de oración, que está cubierta con una alfombra. Algunas mezquitas extienden esta prohibición a otras partes del recinto, aunque no estén dedicadas al rezo. Se exige tanto a los fieles como a los visitantes que se preocupen por su limpieza. Igualmente, está mal visto entrar en la mezquita después de haber comido algo oloroso.



Vestimenta
El Islam exige a sus seguidores que se vistan con ropa que demuestre modestia. Por ese motivo, tanto los hombres como las mujeres deben seguir ciertas directrices. Los hombres deben llevar ropas holgadas y limpias que no revelen la forma del cuerpo. Asimismo, es recomendable que las mujeres musulmanas vistan trajes holgados, camisas y pantalones que cubran hasta las muñecas y los tobillos. Varias mezquitas requieren que las visitantes no musulmanas usen una bufanda para cubrirse la cabeza al estilo de la hiyab islámica. Las vestiduras del Medio Oriente generalmente asociadas con el Islam árabe no son necesarias, aunque varios musulmanes, independientemente de sus raíces étnicas, las usan en ocasiones especiales y para rezar en las mezquitas.
Concentración
Puesto que las mezquitas son lugares de culto, se exige a los visitantes que sean respetuosos con los fieles que participan en la oración. En las áreas en que rezan los fieles está prohibido hablar en voz alta y discutir sobre asuntos considerados irrespetuosos. También se considera irrespetuoso pasar por delante de ellos o molestarles de cualquier otra forma. Los muros interiores de la mezquita apenas tienen ornamentos (a excepción, en algunos casos, inscripciones en caligrafía árabe) para no distraer a los que están realizando los rezos. También se considera poco apropiado que los fieles vistan ropa con imágenes o símbolos que puedan distraer la atención de quienes se encuentran detrás de ellos mientras se desarrolla la oración.
Separación por sexos
La ley islámica, exige que hombres y mujeres permanezcan separados en la sala de oraciones; en teoría, las mujeres deben ocupar las filas detrás de los hombres. Mahoma prefería que las mujeres oraran en sus hogares en lugar de en las mezquitas: según el hadiz dijo: "Las mejores mezquitas para las mujeres son las habitaciones interiores de sus casas." El segundo califa, Umar, llegó a prohibir la asistencia de mujeres a las mezquitas y les exigió que rezaran en sus casas. A veces, se reservaba a las mujeres un lugar determinado de la mezquita; por ejemplo, el gobernador de La Meca en 870 aisló mediante cuerdas atadas entre las columnas un lugar separado para las mujeres.[ ]Muchas mezquitas actuales ubican a las mujeres detrás de un tabique o en una sección separada del resto de la sala de oración. Las mezquitas del sur y sureste asiático sitúan a hombres y a mujeres en habitaciones separadas, puesto que estos espacios separados fueron construidos hace siglos. En casi dos tercios de las mezquitas de los Estados Unidos, las mujeres oran detrás de tabiques o en áreas separadas, no en la sala de oración principal; algunas mezquitas directamente no admiten mujeres. Casi un cuarto de las mezquitas no ofrece programas para mujeres, y un tercio no las admite en las juntas directivas. Las grandes muchedumbres que se reúnen en la Masŷid al-Ḥaram en La Meca, especialmente durante el peregrinaje anual, a menudo tienen como consecuencia una mezcla involuntaria entre ambos sexos. Algunos juristas islámicos prefieren excluir por completo a las mujeres de las salas de oración.
Las mujeres están sujetas a otras restricciones en las mezquitas. De acuerdo a algunos hadiz, no deben estar perfumadas; según otros, deben salir de la mezquita antes que los hombres.
Los no musulmanes en las mezquitas
La mezquita Hassan II en Casablanca es una de las dos mezquitas en Marruecos abiertas a los no musulmanes. Según la mayoría de las interpretaciones de la ley islámica, está permitido que los no musulmanes entren en las mezquitas, siempre que no duerman ni coman allí; discrepan de este punto de vista los seguidores de la escuela malikī, quienes afirman que no debe permitírseles entrar bajo ninguna circunstancia